El movimiento cooperativo sostiene como pilar fundamental, la convivencia en armonía con el entorno y el desarrollo productivo para lograr un futuro mejor para todas las personas, con un enfoque claro: ello no puede lograrse si no ponemos especial atención al desarrollo sostenible y al cuidado del ambiente.

Desde hace varios años han tomado mucha fuerza en el sector las cooperativas dedicadas a la recolección y tratamiento de residuos sólidos urbanos. En primer lugar, se configuraron como una fuente de trabajo digna, solidaria, colectiva. Y, por otro lado, son una herramienta clave para transformar el entorno, volver sostenibles a las ciudades y poder reutilizar numerosos materiales que tiempo atrás estaban destinados a flotar en ríos o mares contaminados, acrecentar los basurales a cielo abierto o formar tristemente parte del paisaje de los barrios.

Hoy, muchas de esas cooperativas están dando un paso más. Estamos ante la presencia de ideas innovadoras que nuclearon investigación y reciclado para poner en marcha proyectos sumamente innovadores. 

Es el caso de Creando Conciencia, la cooperativa de trabajo fundada en 2005 en Benavidez, Provincia de Buenos Aires. Además del procesamiento y recuperación de alrededor de 500 toneladas mensuales de basura, actualmente están llevando a cabo junto con la empresa Biofe un proyecto de valorización post consumo de cápsulas de café.

Según Ramiro Martinez, presidente de la Cooperativa, “es un proyecto innovador con respecto a que la valorización del café postconsumo bajándole la humedad con un proceso secado al 22% se puede transformar a través de un sistema de pelletización en un pellet calórico que tiene mucha menos ceniza que la madera tradicional o la briqueta. Y, a su vez, tiene alto índice calórico que permite una optimización de la energía y se utiliza por ejemplo en Europa y en algunos lugares de América Latina. En Argentina está empezando a usarse en salamandras o en sistemas de calefacción”. Si bien aún está en etapa de prototipo, ajustando temas de generación de impuestos de trabajo y de cadena comercial, se trata de una nueva unidad de negocio en algo que no existe, y permite la recuperación de un residuo tan frecuente en nuestro país. 

Por otro lado, en la Provincia de La Rioja la Cooperativa de Trabajo Plasticar trabaja desde hace dos años en la recuperación de plástico de un solo uso para fabricación de maderas plásticas para mobiliario. “Nosotros trabajamos en la industria plástica mucho tiempo y empezamos a ver cómo, notar cómo los plásticos de un solo uso eran descartados y quemados. O iban a la basura, estaban tirados en las calles, contaminando el ambiente. Entonces decidimos hacer algo al respecto y bueno, le dimos forma a la idea de reciclar este plástico de un solo uso, que nadie recicla, para poder transformarlo en algo útil y darle como una vuelta de rosca a esto” afirma Ricardo, presidente de la Cooperativa. 

En el partido de La Plata, el sector cooperativo también se animó a innovar. Varias cooperativas de trabajo avanzan con la cría y reproducción de “Mosca Soldado Negra” en una planta de la localidad de José Hernández. El proyecto comenzó en 2023 y se encuentra en fase piloto, pronto a ponerse en marcha.  

¿Para qué sirve? Las larvas de la “Mosca Soldado Negra”, son capaces de reciclar  varios sustratos orgánicos como los estiércoles, alimentos y desechos de cultivos.  Las pupas de este insecto se pueden procesar y prensar para extraer su grasa, que se puede usar como biodiésel. El resto puede ser utilizado como alimento concentrado proteína bajo grasa para animales domésticos.

Es un auténtico proyecto colectivo: La Cooperativa Grupo Alfa de la localidad de Quilmes, junto a Arquitectos la ciudad de La Plata, llevaron adelante la construcción de la planta; la Cooperativa de  Trabajo Roots se encarga de la gestión de la planta de cría desarrollo junto a la Cooperativa de Trabajo de Ingenieros de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que ha ido desarrollando el saber hacer.

Las cooperativas involucradas en estas experiencias forman parte de distintas federaciones como FECOOTRA, y todas están nucleadas CONARCOOP, la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados. La integración entre cooperativas y federaciones ha sido clave para la expansión de este tipo de ideas. 

Una vez más, el movimiento cooperativo demuestra el fuerte compromiso con las comunidades en donde se arraiga, incluso trascendiendo fronteras y trabajando conjuntamente con el campo científico. 

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